Esta breve pero bella historia comienza con dos adolescentes llamados Edu y César, quienes estaban solos en el desierto buscando ayuda, pero ellos no sabían que era el fin del mundo. Pasaron los días, ellos iban sobreviviendo con lo poco que encontraban y refugiándose en pequeñas sombras que encontraban, soportando increíbles temperaturas y fenómenos del clima, hasta que vieron caer del cielo muchos meteoritos que se dirigían al norte, que es donde estaban ellos. Cuando cayeron los meteoritos vieron que salían de su interior una especie de zombi con un aspecto realmente horrendo y similar a un no-muerto, salieron corriendo sin mirar hacia atrás y vieron dos cadáveres con unas navajas-cuchillos y los cogieron para protegerse de estas criaturas; como los zombis eran lentos, no siguieron corriendo y siguieron su rumbo al sur, que era donde estaban las aguas lejanas. Semanas después llegaron a las aguas lejanas, al llegar ahí, que era un lugar muy poblado y al ver que no había nadie, se dieron cuenta de que era el fin del mundo... Se quedaron allí y cuando estaban caminando para ver si encontraban a alguien, vieron un laboratorio; al entrar encontraron a un humano, Edu le preguntó: ¿cómo te llamas? Él respondió: yo me llamo Erick, soy...
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